sábado, 5 de abril de 2008

dejar de sufrir

Bien vivía,
dormía mis ocho horas cada día,
estaba repitiendo el último curso,
tenía trabajo parcial remunerado
pero no suficiente como para dejar de pedir a mis padres,
en un mes había estado con tres chicas,
todas ellas guapas y atentas a mi talento,
y todas ellas dispuestas a compartirme el suyo,

Bien vivía,
me masturbaba generosamente,
follaba libre del compromiso,
leía 2 libros a la semana,
ninguna novela, prácticamente,
solo fiestas alegres y con buen vino,

Bien, vivía,
tenía buena relación con mis cercanos,
mis amigos en general me querían,
me había integrado bien en la empresa,
uno de mis mejores amigos había olvidado la bronca
que le metí cuando me amenazó crudamente de RENUNCIAR,
incluso salía a correr 35 km a la semana.

Bien, vivía,
algún proyecto me rondaba la cabeza,
ideaba mi propia empresa,
planeaba la maratón de nueva york,
imaginaba nuevas conquistas amorosas,
estudiaba el fin del posmodernismo.

Y sin embargo,
bien veía, que me había equivocado de camino.
ahora tenía que decidir,
y mis noches eran cada vez más abstractas,
ahora que de día no se vivía mal,
en las sabanas uno se siente gacela de sus instintos,
y ruge el león de la maldad cuando me masturbo,
ahora tengo que decidir
y así no puedo seguir
tengo que decidir

dejar de sufrir.

1 comentario:

mis cosas in(visibles) dijo...

Decidir...
es empezar y no parar,
si eso es lo que significa madurar,
cumplir años, ...
entonces yo también quiero decidir,
pero decidir una única cosa,
dejar de sufrir