sábado, 5 de abril de 2008

ese engendro llamado jefa

Juá, llegaba tarde, muy tarde al trabajo,
como un tren de cercanías en día de lluvia,
y sí, tenía que inventar alguna excusa,
y no, todas las había usado ya,
nunca me preparé,
no sabía cuanto tendría que mentir, manipular, excusarme
ante mis superiores, ante la empresa, ante todo el sistema laboral,
y así y todo, volví a acercar el vaso sediento a la boca seca,
y depurándose en mi estómago sentí alejarme de la normalidad,
tampoco quería pensar, claro, pensar claro,
supongo que la disciplina
es una mujer difícil de olvidar.

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